sábado, 15 de agosto de 2009

eL filo de tu espa(L)da


Caminaban de la mano por el jardín, se tiraban al pasto y se abrazaban como niños, se besaban hasta cansarse, se amaban y cerrando sus ojos ya se extrañaban, respiraban del mismo aire, nariz con nariz en una intimidad absoluta, el le mordía sus labios, ella respondía con sonrisas y le decía te quiero. La música de su voz envolvía al amor y en sus besos se detenía el tiempo, esperaba por ella cada tarde en la puerta de su casa y salían a volar y recorrer el mundo, soñaba tenerla en sus brazos cada día, cada noche, cada mañana, soñaba despierto, soñaba soñando, ella le respondía construyéndole sus sueños, ella lo amaba mas que a su propia vida.

Un amor silencioso i oculto, un amor de dos, sin medidas ni maldad, un amor de inocentes que solo eran culpables por quererse escondidos de los demás, amantes ocultos bajo las estrellas sobre el mar. El nunca pensó amarla tanto.

Lo tenían todo para ser felices, pero ella cambió – o la hicieron cambiar-, las miradas al suelo y los ojos perdidos, las manos entrelazadas ahora se rozaban, los abrazos esquivados por el vacío de sus cuerpos, sus labios parecían trozos de hielo, silencios eternos que rompían paredes, las distancias de sus palabras cubrían el cielo, el cariño en el suelo, pisoteado, la flor marchita por la indiferencia de aquella mujer, la historia se derrumbó.

Ya no busco razones, prefiero mentiras esta vez, alguna que deje tranquilo el corazón, o alguna que lo haga explotar y descansar en paz. Es tiempo de callar.

Ella mató al amor con el filo de su espalda. Y yo me fui con él. Agonizando.

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Los relatos dedicados a las chingas siempre quedan sabrosones xd
saludos, siga escribiendo :)

Anónimo dijo...

buen texto monin,
un poco fuerte para mi gusto.
muchas imagenes
q estes muy bien